COMPARTIENDO HISTORIAS DE VIDA DE GRANDEZA HUMANA
Interacciones e innovaciones en la educación inicial. Docentes coordinadoras y animadoras.
La Educación Inicial no escolarizada liderada por el Perú en la década del 70 con la Reforma educativa, contó con aporte económico y técnico de algunas instituciones y fundaciones, cada proyecto destaca por sus innovaciones en este campo. En el caso de Ate Vitarte con la Fundación Van Leer cuya meta final era la creación de un centro de formación en el campo de la no escolarización utilizó metodología de acción-reflexión-acción y el rol de la interacción Docente Coordinadora-Animadora, o actualmente denominadas Acompañantes-Educadoras era esencial pilar en el funcionamiento de los programas. Presentaremos diadas de reconocimiento al rol ejercido por estas mentoras y su impacto en los 40 años de inicio de dicho programa.
La trilogía estará representada por:
- Magaly Jiménez y Victoria Romero
- Amparo Muguruza y Nelly Villegas
- Diana Rodríguez y Marta Zapata

Conocí a Magaly Jiménez hacen 40 años cuando el famoso proyecto Van Leer de Educación Inicial comenzaba en el Perú, hablaba quechua y era profesora graduada de Educación Inicial, muy colaboradora y con esa especial habilidad de saber conectarse con las personas, de sentirlas y lograr lo mejor de ellas mismas en cualquier rol en que tuvieran que desempeñarse. Muy sencilla, orgullosa de su identidad de “serrana” como ella decía. Aporto un perfil de Docente Coordinadora muy especial y dejo huellas no solo en los niños y niñas y en las comunidades sino en las Animadoras que a pesar de haber transcurrido más de 20 años de su fallecimiento, la recuerdan en un eterno presente inspirador.
El testimonio de Magaly Jiménez, docente coordinadora, ilustra la relación de aprendizaje, en la cual se ha involucrado, ella dice: “El o la docente es un facilitador(a), no el que dirige todo. Primero tenemos que estar claros del trabajo que estamos realizando. Quitarse de la cabeza que lo saben todo; no pueden sobrevalorar su profesión sin valorar lo que puede dar la gente; facilitar significa conocer la comunidad, integrarse, interesarse del problema que más importa a la comunidad: ubicarse con ellos, importante es que nos vean como a un amigo(a) que les puede orientar, que ayude a la reflexión y a valorarse entre ellos”. (Llanos 1984 comunicación personal)
El o la docente deja de ser el principal transmisor(a) de conocimientos para asumir el rol de “facilitador(a)” de aprendizaje de las animadoras, abiertas a aprender de ellos y de la comunidad. Las animadoras no son simples receptores de conocimientos, se comprometen a asumir cada vez mayor responsabilidad en relación con su propio aprendizaje en beneficio de los niños, de ellas y de su comunidad.
El o la docente del nuevo Milenio será un organizador(a) que prepara el espacio, los materiales, las actividades, distribuye el tiempo, adaptando los medios de que dispone el grupo. Es un(a) motivador(a) y estimulador(a) del desarrollo individual como social. Con relación al rol de líder, está ligado con el rol de docente promotor(a) social, porque su conocimiento, carisma, facilidad comunicativa y empatía ayudará a crear puentes significativos. Es pues un acierto contar con docentes que valoran la riqueza de su entorno y están preparados para la solución de necesidades de la vida comunitaria. El o la docente son agentes de cambio y deben tener una sólida visión sobre el rol de la educación.

En base a su experiencia, Magaly Jiménez comenta:
“Nuestros principios implican: respeto al grupo, conocer (su) interés, fines, respeto a lo que opina cada uno, valorar sus experiencias, respetar sus tradiciones y costumbres, dar seguridad, tener una actitud sana; ayudar a analizar, a reflexionar… ayudar a sistematizar”.
Estos principios han sido vividos por las animadoras e interiorizados de manera que les permiten su aprendizaje a las situaciones con niños. Ellas dicen: No nos dictan: “nosotros hacemos”, “nos aconsejamos”, “llegamos a nuestras propias conclusiones”, “esta forma aplicamos para que tengan más confianza”, “sean más responsables”, “que no tengan miedo”, “que sean desenvueltos”.
Las Animadoras o Promotoras tan hábilmente propuestas por Magaly procedían de la Sierra como ella, de modo que la dinámica cultural y humana ya estaba comprendida y apoyada. Los testimonios que se presentan son el símbolo de un nuevo pacto social que propicia una flexibilidad en materia educativa, tal como la describe la Unesco al identificar los valores de la educación no formal. Se promueve la noción de la comunidad educadora, se potencian capacidades y se reconocen los saberes propios y las identidades, se tiene valoración crítica del trabajo y se amplían las posibilidades del grupo o comunidad para esfuerzos de corte solidario.
Se comprueba la propuesta de los pueblos originarios sobre el “buen vivir” y el “bien común”, enmarcados en principios éticos y en la justicia social, y la dignidad humana. Los participantes han llamado la atención sobre las limitaciones de currículos homogeneizados y la mínima comprensión de los contextos socioculturales.
El derecho de la educación. La educación es hoy un derecho que no se cumple a plenitud y en todo caso, hay un énfasis numérico estadístico que no revela el rostro detrás de las cifras de una matrícula, que además no refleja la deserción escolar, la calidad de los aprendizajes y la concepción de la niñez que no toma en cuenta las voces infantiles ni la de las Promotoras.
Magaly deja en la historia no solo del proyecto Van Leer sino en el de la no escolarización, recuerdos valiosos por su comprensión de que todos somos agentes educativos y aprendemos los unos de los otros. Magaly fallece en el año 92 recién concluido el proyecto, sin embargo, habiendo continuado mi vínculo con las Animadoras durante casi 40 años, en nuestra última reunión de reencuentro cada Animadora presente puntualizó los logros ganados en esta experiencia singular y además hicieron tributo a Magaly.
Reunidas con algunas Ex Animadoras nos testimoniaron y compartieron en la Ceremonia de Premiación que organizara en el 2016 como Directora de Relaciones Internacionales del Foro Latinoamericano Paulo Freire, con la UGEL N° 06 y con la Municipalidad de Ate Vitarte, lo que les representó el proyecto, concluyendo en lo que yo llame Historias de Grandeza Humana, aquí sus testimonios. (He resumido las cartas que simbólicamente escribieron)
RECORDANDO A MAGALY
Las Ex Animadoras en una mirada retrospectiva valoran el rol de la Docente Coordinadora, indicando:
Aprendimos a usar la creatividad y valorar los recursos de la comunidad, los cuales utilizamos en nuestras actividades semanales.
…para decirte que estoy continuando tu trabajo, dando ejemplo con carisma y dedicación con los niños.
Me quedó hasta hoy lo que tú siempre decías “todo se puede hacer”
…cuando compartías lo feliz que te sentías como Acompañante de las profesoras dentro de lo no escolarizado, con los grupos de apoyo y la comunidad, como descubren más potenciales y se ayudan mutuamente.
Me quedó el aliento de emprendedora y las experiencias juntas en mi comunidad, con los niños, los padres, las familias y los dirigentes.
Como animabas a las mamás a apoyar la educación de sus hijos. Todas nos sentíamos tan empoderadas, hablábamos, sosteníamos nuestras opiniones. Crecimos como personas y aprendimos mucho.
La mayoría que te conocieron y los ex niños y niñas te recuerdan, fuiste un gran ejemplo de persona, muy humana, solidaria y llena de amor.

Rindiendo tributo a Magaly Jiménez
Perú, 20 de junio del 2022.