COMPARTIENDO HISTORIAS DE VIDA DE GRANDEZA HUMANA
Martha Llanos Zuloaga
He pasado largos periodos de mi vida compartiendo con pueblos ancestrales. Mis primeras experiencias en el Cuzco, Perú y, posteriormente en Guatemala, México, Asia Central y África. Las imágenes memorables que vienen a mi mente son los círculos humanos reunidos alrededor del fuego, las enseñanzas en lenguaje de metáfora, los sonidos de los tambores y los cantos de agradecimiento.
En el año 2002 hubo eventos muy especiales para mí, primero la Cumbre de la Infancia con presencia de Nelson Mandela y Gracia Machel, reunión apoyada por Unicef, pero primordialmente organizada por los niños y jóvenes quienes tuvieron una activa participación. Mi rol, fue el de traductora en el grupo de trabajo de niños y jóvenes en conflictos armados y violencia. Estuve al lado de una niña quiché de Guatemala y rodeada de por lo menos 40 niños, todos con experiencias traumáticas por ser víctimas de las guerras en los cinco continentes.
Fue una experiencia que me dejó una huella profunda, al comprobar nuevamente que son los niños y especialmente las niñas, las que más sufren directamente el impacto de las guerras. Como activista de paz y especialista en desarrollo humano, me maravillaba el observar como estos niños, niñas y jóvenes habían logrado rescatar su fuerza resiliente y estar allí en Nueva York compartiendo sus experiencias y las propuestas para lo que ellos mismos llamaron “un mundo a la medida de los niños”. A world fit for children.
Ese mismo año participé en un evento histórico, ya que por primera vez las Naciones Unidas abrieron sus puertas a los pueblos originarios. (Primer Foro Mundial de Asuntos Indígenas. ONU. N.Y 2002) Tuve grandes reencuentros con personas amigas a las que no veía hacía mucho tiempo. Muy agradecida a la Comisión organizadora por haberme dado la oportunidad, a pesar de la premura de tiempo- de organizar un panel informativo reflexivo sobre la niñez indígena. Recibí el apoyo de colegas indígenas y con gran alegría, el último día de la sesión se decidió que al año siguiente 2003, el tema central seria la niñez indígena.
En esta época conocí a Donna Goodman y a través de ella pude participar en el Millonésimo Círculo. Posteriormente, Donna y Katherine Collins me invitaron a la isla de Iona para una reunión con mujeres de diversos continentes. Fue así que, viniendo de Turkmenistán, país independizado de Rusia, viajé sola a Iona, isla sagrada conocida como “la cuna del cristianismo en Escocia” Existe allí una Abadía, que conserva la atmósfera de santidad que debió reinar en la iglesia y el claustro en la Edad Media. Columba de Iona inició allí la expansión del cristianismo.
Luego de un largo periplo llegué a esta isla sagrada, donde a la única persona que yo conocía era Donna Goodman, quien me presentó a Hagit de Israel con quien yo compartiría el alojamiento. Fuimos aproximadamente 25 mujeres de diversas nacionalidades, credos, generaciones y profesiones.
Al día siguiente, llegó una señora de ascendencia asiática y me comentó que era escritora, nuestra conversación giró acerca de este tema y le conté que siempre me habían confundido con Isabel Allende. Me sorprendió que ella me dijera conocerla por muchos años. Me miró y dijo creo que tienen la misma energía. Luego se retiró y regresó al salón donde el grupo estaba ya casi completo y dijo que escribiéramos en un gran paleógrafo alguna especialidad nuestra que pudiéramos ofrecer al grupo. Soy Biodanzante y rápidamente puse Biodanza y mi nombre. Oh sorpresa, preguntó por mi nombre y qué era Biodanza, expliqué muy brevemente y dijo prepara una sesión para después de la comida. Estaba emocionada y antes de ir a seleccionar las músicas para la sesión, pregunté quién era esta señora cuya dulzura y determinación me habían impresionado y, era Jean Shinoda Bolen.
Jean Shinoda Bolen psicoanalista jungiana, autora de innumerables libros, Diosas en cada mujer y Dioses en cada hombre, El millonésimo circulo y, ahora al transcurrir 20 años de haberla conocido, tiene 10 libros más de su autoría. En Iona compartimos una visión de espiritualidad. Jean habló de su visión de tener una cumbre de mujeres ya que, desde Beijing, 1995, no había habido ninguna otra Cumbre de Mujeres. Así fue que desde el encuentro en Iona, nos hemos venido reuniendo en Nueva York para las Sesiones del Comité sobre el Status de la mujer. Jean y el grupo del Millonésimo Circulo abogaban por los derechos de las mujeres del mundo y su producción literaria totalmente vinculada a ello.
Transcurridos unos tres años luego de nuestra reunión en Iona, yo seguía en contacto con Donna y Ann Smith, ellas me motivaron para asistir a la CSW en NY. Allí en una memorable conferencia escuché a Jean Bolen presentando Las brujas no se quejan: manual de sabiduría concentrada”, enfatizando en las mujeres mayores de cincuenta años, en lugar de convertirse en mujeres invisibles y descontentas, transformen la tercera fase de sus vidas, en una etapa de esplendor, plenitud e integración personal. Los orígenes de las diosas Metis, Sophia, Hécate y Hestia ilustran como sus características intelectuales, místicas, espirituales, intuitivas o meditativas pueden inspirar a las mujeres a crear vidas significativas, aspecto importante, dado que la cultura y los prejuicios patriarcales señalan esta etapa como un proceso de deterioro.
En aquella oportunidad me di cuenta que la mayoría del circulo y encuentro en Iona estábamos entre los 50 y 60 años y para mí fue como un empuje de fuerza y solidaridad. La energía en cada circulo era muy fuerte y posteriormente, recuerdo que al encontrarnos en otra fecha en Nueva York en la reunión del CSW de las Naciones Unidas, nos regaló su libro que más me impacto Urgente mensaje de la madre tierra únanse las mujeres y salven al mundo. En esta obra Jean Bolen lanza una persuasiva llamada a las mujeres de todo el mundo para salvar el planeta, la sociedad, la economía, las estructuras familiares y, con ello, salvarnos a nosotros mismas, mediante la acción.
Este es un llamado al Sagrado Femenino que la mayoría de mujeres y algunos hombres personifican en la cultura y la conciencia humana. Jean Bolen indica “Cuando se llega a un punto de masa crítica, el balance de los sexos acaba con el patriarcado y trae la posibilidad de paz.” El libro está escrito en un lenguaje que inspira, este libro busca unificar el poder de las mujeres unidas para cambiar el mundo.
El año de 2007, tenía que estar en Lima para recibir un reconocimiento de la Universidad Femenina, ungiéndome como investigadora extraordinaria, pero en las mismas fechas estaba seleccionada para participar en un panel en la reunión de CSW en Nueva York sobre derechos de las niñas y la violencia sobre ellas. Me quedé en Nueva York.
En esta ocasión Jean Bolen comentó que no lograba detener la tala de un árbol muy cerca de su casa. En esa época, muchas de mis consultorías eran en África. Es así que la figura de Wangarai Maathai y de tantas mujeres que en sus comunidades caminaban bajo un sol ardiente para traer agua se hizo presente en mis reflexiones. Había conocido a la señora Maathai reconocida con el Premio Nobel de la Paz en el año 2004. Admiré como ella motivaba a las mujeres a sembrar árboles, decía que cada árbol es un poquito de futuro. En el año 2009 visité los sekoyan y nos reunirnos en San Francisco con algunas personas del Circulo de Iona.
En el año 2015, volví a Iona el lugar donde conocí a la Dra. Bolen y en sincronización encontré el libro Artemisa, legendaria cazadora de la mitología griega, una mujer –abandonada y expuesta a la muerte por haber nacido niña– que ejemplifica el espíritu indómito de las jóvenes valientes que se convierten en mujeres. Jean muestra cómo dicho arquetipo ofrece un camino para que las mujeres hagamos una exploración personal para descubrir nuestros potenciales y auténtico ser.
La Doctora Bolen, un ser extraordinario, a través de su narrativa profunda y gran identificación con arquetipos que ayudan y representa una visión de fuerza y resiliencia de las mujeres. Nos muestra el concepto de “indomable” que asoció a Artemisa. Significa que cada una es una mujer indómita. Recomienda la Dra. Bolen “aprender a estar bien con nosotras mismas, en soledad. Hacernos amigas de nosotras.”
Para este 2022, se tenía como meta la gran reunión mundial de mujeres y su pionera activista es Jean Bolen, el lugar sede propuesto fue la India, con la pandemia solo toca esperar.
Sobre el personaje: Jean Shinoda Bolen, es doctora en medicina, terapeuta y Psiquiatría, así como escritora y conferencista internacionalmente reconocida que extrae fuentes de experiencia de la espiritualidad, el feminismo, la psicología analítica, la medicina y lo personal. En los últimos años, se ha convertido en un referente de la psicología de la mujer, con su particular análisis junguiano. Sus numerosos libros son un fenómeno literario a nivel mundial: Viaje a Avalon (1998), El anillo del poder (1999), Las diosas de cada mujer (2002), Las diosas de la mujer madura (2003), Los dioses de cada hombre (2004), Las brujas no se quejan (2004), El millonésimo círculo (2004), El Tao de la psicología (2005), Mensaje urgente a las mujeres (2006), El sentido de la enfermedad (2009), Sabia como un árbol (2012), El nuevo movimiento global de las mujeres (2014), Artemisa (2015).
Perú, 07 de marzo del 2022.